Las memorias debut de Nicole Chung, todo lo que puedas saber, exploró su determinación para comprender mejor su adopción y localizar a su familia de nacimiento coreano. En su último libro, A Living Remedy, mira con gracia y arena a su educación en Oregon y cómo los ideales, la ética y la sinceridad de sus padres estadounidenses la afectaron mientras maduraba y ganaba una nueva perspectiva, ocasionalmente dolorosa, sobre su pasado.
«La crónica emotiva y franca de Chung tocará a aquellos que han experimentado un afecto, distancia y reunión de talfietidad, y aquellos que pueden ver un escenario similar que se avecina».
Criada por una pareja cuyas finanzas siempre eran inestables (aunque no lo comprendió completamente en ese momento), Chung, un coreano cuya fragilidad al nacer resultó en la necesidad de adopción, se convirtió en un estudiante notablemente brillante que pudo ir a la universidad con becas. Secretamente, había estado soñando con dejar el rincón blanco muy sólido de Oregon para un lugar donde un estilo de vida más aventurero y variado podría ser alcanzable.
Tres años después, Chung se casó con Dan mientras ambos trabajaban y estudiaban en el área de DC. A pesar de cuidar a sus dos hijas y trabajar diligentemente como escritora, mantuvo un contacto cercano con sus padres. Cuando descubrió que su padre estaba enfermo y empeoró lentamente con numerosas complicaciones, incluida la insuficiencia renal, Chung pasó tiempo en Oregon tan a menudo como pudo, ayudando a resolver problemas legales, de gastos y de seguro. Ella se enteró de su fallecimiento que «el dolor viene en olas». Eso la acercó cada vez más a su madre, cuyo afecto siempre apreciaría. Pero después de un año, su madre también mostró signos de enfermedad crítica.
La navegación a través de estos ensayos llevó a Chung a ver que el sistema de atención médica de Estados Unidos tiene muchos puntos débiles que afectan particularmente a las personas con menores ingresos. Sus sacrificios en nombre de ambos padres, y los suyos para ella, forman el nexo de este conmovedor retrato de desafío, pérdida, tristeza y el poder de la memoria.
Chung, cuya escritura es ampliamente anunciada y aparece en publicaciones tan respetadas como la New York Timesel atlántico, Tiempo y el Guardiántrae a este relato un sentido de la particularidad del amor, las muchas pequeñas formas en que puede manifestar, evocar nuevos sentimientos y estimular recuerdos duraderos. Honrando a la pareja que la adoptó, ella representa las fallas, las casi falsas y la renovada determinación de que incluso los encuentros más pequeños y amorosos pueden provocar. La crónica emotiva y franca de Chung tocará a aquellos que han experimentado un afecto, distancia y reunión de niños infantiles, y aquellos que pueden ver un escenario similar que se avecina.