Anubis Gates es revisado por Elliot, quien bloguea en Claw of the Concilator.
Después de que me presentaron a Tim Powers a través de su fantasía de la Guerra Fría, Declarar, intenté rastrear sus obras anteriores en bibliotecas y usar librerías. Varios resultaron imposibles de encontrar. Entre estos estaba la novela que lo hizo famoso por primera vez: las puertas de Anubis, así que finalmente me rendí y compré una nueva copia. Ahora, después de haberlo leído, entiendo la razón de su rareza: ¡nadie en su sano juicio renunciaría a una copia de un libro tan maravilloso!
Brendan Doyle, un académico de segunda categoría de Coleridge, es contratado por el rico J. Cochran Darrow como parte de un peculiar esquema de fabricación de dinero. Darrow ha descubierto un medio cuasi mágico de viajes de tiempo limitado, y para recaudar fondos para otras exploits, ha acordado llevar a diez clientes a 1810 para escuchar a Coleridge dar una conferencia. El trabajo de Doyle es darle a la empresa un poco de gravedad académica. La primera parte del plan va sin problemas, pero después de la conferencia, Doyle es secuestrado por un enorme hechicero de cabeza calva que tiene la intención de aprender sus secretos mágicos. Doyle escapa por la piel de sus dientes, pero se encuentra varado en el pasado, un indigente sin amigos.
No estoy seguro de poder describir el resto de la trama si quisiera, porque sonaría completamente una locura. Uno de los regalos de Powers es la capacidad de tomar detalles extraños del pasado y tejerlos en una historia secreta convincente, llenando los espacios en blanco con un marco extraño pero lógicamente coherente. Baste decir que involucra a un payaso malvado, Byron, Coleridge, dioses egipcios, gitanos, un asesino que conmueve el cuerpo, experimentos médicos horribles, homúnculos mágicos, Napoleón, un salón depilatorio, elementales de fuego y un pequeño mono de madera. Y, por supuesto, ¡el destino del mundo entero se cuelga!
Si bien la trama es compleja, mantiene un ritmo rápido y nunca se atasca en sus propios giros y vueltas. En su mayor parte, los poderes evitan los discursos explicativos que aparecen en sus trabajos posteriores. Hay mucho humor astuto y muchos sus miedo, pero en general la historia lo reproduce directamente y no se desvía en los géneros de horror o comedia. He leído bastantes libros que intentaron seguir una fórmula similar: una aventura rolada con ideas extrañas. Por lo general, esas obras cayeron planas, eran demasiado predecibles o salieron como trucos e artificiales. No es así con este libro: todas las piezas funcionan juntas admirablemente. El Anubis Gates es el verdadero, un clásico que sin duda generó muchas imitaciones.
En general, un proeza. Omita las librerías usadas para esta: ¡sal y compre una nueva copia hoy!