Poemas sobre la niñez para leer en familia. En esta colección de poemas de infancia encontrarás versos cortos infantiles y poesias cristianas infantiles que podrás adaptar para cualquier uso que quieras darles. Ya sea para crear una postal, una presentación, o simplemente porque quieres leer algunos versos cortos infantiles con tu familia, siéntete a gusto de tomar y compartir estas poesias cristianas infantiles y poemas sobre la niñez que aquí te comparto.
Estos poemas de infancia son fundamentalmente palabras que salen del corazón y que buscan inculcar alegría y también servir de guía para niños y adultos por igual en el camino de la vida. Cada poema incluye el autor correspondiente, pero más a sus autores, pertenecen a sus lectores, como todo poema que se pronuncia con amor y alegría. Espero que disfrutes igual que yo leyendo estos poemas sobre la niñez.
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Primera parte: poemas sobre la niñez y poemas de infancia
Poema del enamorado de la maestra – Elsa Isabel Bornemann
Usted jamás va a saberlo
y es apenas una frase:
¿Cómo escribir que la quiero
en el cuaderno de clase?
Usted nunca va a enterarse.
Es ancha esta pena mía…
¿Cómo contarle mi amor
con faltas de ortografía?
Usted pondrá «insuficiente»
a su alumno enamorado,
pues por volverla a tener
voy a repetir el grado.
Hablo de la infancia – Julia Uceda
Escalera crujiente,
trozo de bosque organizado
por el que ir hasta la cumbre
de aquel desván lleno de sueños,
pájaros silenciosos
que viajan sin ruido.
Sobre ti estaba el premio
cubierto por el polvo
y lo muerto vivía
para mí, en mis ensueños.
Hogar sin sótanos,
todo aquello era hermoso
porque estaba creando su recuerdo;
viviéndote, sentía
que de algún modo ya te recordaba.
Y siempre que te acercas
entre la niebla, oigo
cómo se queja suavemente,
enmohecido por las lluvias,
el pesado cerrojo de una verja.
La del jardín acaso.
Canción de infancia – Carlos Sahagun
Para que sepas lo que fui de niño
voy a decirte toda la verdad.
Para que sepas cómo fui, aún guardo
mi retrato de entonces junto al mar.
Playa de arena, corazón de arena
hubiera yo querido en tu ciudad.
Que te faltase como me faltaba
-le llamaron post-guerra al hambre- el pan.
Tú con tu casa de muñecas vivas
llenando los rincones de piedad.
Yo, capitán con mi espada de palo,
matando de mentira a los demás.
Si hubieras sido niña rodeada
por todas partes, ay, de soledad,
yo te habría buscado hasta encontrarnos,
hasta ponernos los dos a llorar.
Juntos los dos. Que tu madre nos diga
aquel cuento que no tiene final.
Despertar de la infancia no quisimos
y no sé quién nos hizo despertar.
Pero hoy, que hemos crecido tanto, vamos,
dame la mano y todo volverá.
Somos dos niños que a la vida echaron.
Muchacha -niña-, empieza a caminar.
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La casa de mi infancia – Toni García Arias
Los recuerdos de mi infancia
caminan sobre las baldosas frías de esta casa
que parece enferma,
arrugada como un anciano invadido de invierno
que aguarda con último quejido
la cálida luz de los veranos.
El abandono ha invadido las paredes
con alma de asesino y dibuja sobre las habitaciones
una cartografía gris, húmeda
que oscurece los recuerdos que apenas permanecen.
Por algún vidrio roto
se cuela furtivo el viento y revuelve la memoria
con voz desconocida.
Duele mirar esta casa,
su imagen aturdida, desangrada,
como nos duelen los años
en los cuerpos de aquellos
que nos son queridos.
Nana del niño malo – Rafael Alberti
¡A la mar,si no duermes,
que viene el viento!
Ya en las grutas marinas
ladran sus perros.
¡Si no duermes, al monte:
vienen el búho,
y el gavilán del bosque!
Cuando te duermas,
¡Al almendro, mi niño
y a la estrella de menta!
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Segunda parte: Versos cortos infantiles
Los veinte ratones – Anónimo
Arriba y abajo
por los callejones
pasa una ratita
con veinte ratones;
unos sin colita
y otros muy colones;
unos sin orejas
y otros orejones;
unos sin patitas
y otros muy patones;
unos sin ojitos
y otros muy ojones;
unos sin narices
y otros narigones;
unos sin hocico
y otros hocicones.
Admiróse un portugués – Nicolás Fernández de Moratín
Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supieran hablar francés
¡Arte diabólico es!
dijo torciendo el mostacho
¡Que para hablar el gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí lo habla un muchacho
Una familia de ranas – Estrella Montenegro
Una familia de ranas
vino al estanque de madrugada
Croaban y croaban
mientras se instalaban
Dicen que cantan
antes de llover
No me lo pude creer
fue escuchar su concierto
Y comenzó a diluviar
con mucho acierto
Una familia de ranas
vino al estanque de madrugada
Parecía que no pasaba nada
hasta que con su croar y croar
Se puso a llover
hasta el amanecer
El Abuelo – Estrella Montenegro
Por leernos tantos cuentos
al abuelo le crecieron los ojos
y los esconde tras unas gafas
Como le falta pelo en la coronilla
se dejó crecer el de la barbilla
Tiene un no sé qué y un qué se yo
que hace que me pegue a él
como el pan a la mantequilla
Tiene ademanes de gran mago
le salen duendes de los calcetines
Y para que no escapen
camina despacio con su bastón
¡Un gato! Tiene también…
¡Un gato!
Al que le gusta dormir
al lado de sus… ¡zapatos!
Los balcones de mi casa – Rafael Alberti
¡Qué altos
los balcones de mi casa!
Pero no se ve la mar;
¡Qué bajos!
Sube,sube,balcón mío,
trepa el aire sin parar:
sé terraza de la mar,
sé torreón de navío.
¿De quién será la bandera
de esa torre vigía?
¡Marineros,es la mía!
Tercera parte: Poesias cristianas infantiles
Dios me ha dado a Papá
y me ha dado a Mamá
para que yo como su niño
les dé todo mi cariño.
Mery Bracho
Cada nuevo día – Pilar Remón
Cada nuevo día
que Tu nos das
nos trae una nueva oportunidad
de vivir, de disfrutar,
de encontrarnos a nosotros mismos
y descubrir quienes somos,
a donde vamos
en nuestro caminar.
El no perder de vista
la meta que nos das.
Que pueda yo aprender,
no solo a recibir
sino tambien a dar!
Que oyendo Tu Palabra
pueda entender
que aquí me tienes con un fin.
Que no quite mis ojos de Jesús
perdiendo así el motivo de vivir .
Así en cada día que me das,
aprenda a disfrutar y a ver
que en cada oportunidad
que Tu mes das
a otros yo pueda bendecir.
Tráeme a tus pies – Pilar Remón
Señor tráeme a tus pies
quiero mirarte a Ti
quiero aprender de Ti
y en Tu presencia
así, poder ver a otros
como los ves Tu.
Señor enséñame
que pueda aprender de Ti
que pueda seguir tus pasos
y día a día caminaré
llevando la cruz
que sin dudar me acerca a Ti.
Balada amarilla – Federico García Lorca
En lo alto de aquel monte
hay un arbolito verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes.
Olivares soñolientos
bajan al llano caliente.
Pastor que vas,
pastor que vienes.
Ni ovejas blancas, ni perro,
ni cayado,ni amor tienes.
Pastor que vas,
como una sombra de oro
en el trigal te disuelvas.
Pastor que vienes.
Unidad Cristiana – Arturo Borja Anderson
Es muy bueno y delicioso
Habitar en comunión;
Es divino, es hermoso
Ser de un solo corazón.
No buscando ya lo nuestro
Sino el bien de los demás;
El ejemplo del Maestro,
Imitarlo más y más.
Perdonando las ofensas
Y olvidándolas también
Deben ya quedar suspensas
Procurémonos el bien.
Reduciendo a la memoria
Al Divino y buen Jesús:
No buscó jamás su gloria,
Prefiriendo aun la cruz.
El pecado dividiónos,
Tristes huellas nos dejó,
Mas el Cristo restaurónos,
Con su amor nos vinculó.
Aquí concluye esta selección de poemas sobre la niñez y versos cortos infantiles. Espero que estos poemas de infancia que te ofrezco hayan satisfecho tus ansias de lectura y que los puedas compartir con tu familia y amigos. Las poesias cristianas infantiles nos traen buenos recuerdos del pasado, y renuevan nuestras esperanzas hacia el futuro. Siéntete libre de compartirlos en las redes sociales con tus contactos, y de dejar tu comentario aquí debajo.