Rachid Nekkaz es el empresario francés que anunció que pagaría él mismo todas las multas a mujeres musulmanas penadas por el gobierno francés por usar el burka. No sólo en Francia, sino en «cualquier país del mundo que prohiba a las mujeres hacerlo libremente».
El burka es un tipo de velo que se ata a la cabeza, y que cubre la cara a excepción de una franja en los ojos para que la mujer pueda ver a través de ella. Cualquier mujer que sea vista usándolo en público en el territorio francés recibirá una multa de hasta 150 euros y deberá asistir a clases de re-educación.
Las mujeres musulmanas y el Islam
En el Islam las mujeres no son obligadas a usar el burka. Los requisitos de vestimenta coránicos, conocidos como hijab, solo hablan de modestia al vestirse. Hay diferentes interpretaciones sobre el término modestia, pero ninguno de ellos obliga a usar el burka. Este velo es el más modesto de todos, ya que cubre absolutamente todo el rostro, pero no es el más habitual entre las mujeres musulmanas.
Es verdad que hay regiones en el medio oriente donde las autoridades exigen (y de manera violenta) a toda la población seguir las pautas más ortodoxas del Corán. Estos son terribles casos de autoritarismo, pero nada tiene que ver con la religión islámica en sí misma. De hecho sigue los mismos principios de modestia femenina que siguen las monjas católicas en ciertas partes del mundo.
Prohibir a una persona expresar su religión libremente, y más aún, vestirse como lo desee, es una condena que no debería tener lugar en un estado democrático como el que ostentan orgullosamente los países europeos.
El diario El País de España relata la historia de una joven musulmana y los problemas que enfrenta al querer asistir con el burka a clases. Sin burka no quiero vivir.
El millonario Rachid Nekkaz ya está juntando fondos junto a una agrupación llamada «No toques mi constitución». Y vos, ¿estarías dispuesto a pagar de tu bolsillo para defender las libertades de tu pueblo?