¡Esta autora se quitó la vida poniendo su cabeza en el horno! Conoce la historia completa aquí

¿Sabías que Sylvia Plath murió al cultivar la cabeza dentro de un horno? Lea la historia completa aquí (Crédito de la imagen: Instagram)

Sylvia Plath, uno de los poetas más influyentes del siglo XX, se le quitó la vida trágicamente el 11 de febrero de 1963. Su muerte sigue siendo uno de los temas más discutidos en la historia literaria, arrojando luz sobre las luchas de la enfermedad mental, el genio artístico y la turmo personal. El paso de Plath, a menudo asociado con la imagen de ella colocando la cabeza dentro de un horno de gas, ha provocado muchas especulaciones y análisis a lo largo de los años. Aquí hay una mirada más cercana a los eventos que llevaron a su muerte y al impacto duradero de su legado.

La vida y las luchas de Sylvia Plath

Nacida en 1932 en Boston, Massachusetts, Sylvia Plath mostró talento literario desde una edad temprana. Publicó su primer poema a los ocho años y continuó sobresaliendo por escrito a lo largo de su carrera académica. Asistió a Smith College y luego ganó una beca Fulbright para estudiar en la Universidad de Cambridge de Inglaterra.

A pesar de sus éxitos académicos y literarios, Plath luchó con una depresión severa. Su primer intento de suicidio documentado fue en 1953 cuando tomó una sobredosis de pastillas para dormir y se escondió debajo de la casa de su familia. Después de someterse a una terapia electroconvulsiva, se recuperó y continuó escribiendo, y finalmente se casó con el poeta británico Ted Hughes en 1956.

El desglose de su matrimonio

Plath y Hughes inicialmente tuvieron una relación apasionada y creativa, pero se volvió tumultuoso con el tiempo. Tuvieron dos hijos, Frieda y Nicholas, pero su matrimonio sufrió debido a la infidelidad de Hughes. En 1962, Plath descubrió que Hughes estaba teniendo una aventura con Assia Wevill, lo que afectó profundamente su ya frágil estado mental. Poco después, la pareja se separó, dejando a Plath para cuidar a sus hijos solos en un pequeño apartamento en Londres.

Durante el invierno de 1962-63, Plath enfrentó inmensas dificultades emocionales y físicas. Viviendo en un apartamento helado, luchando contra la depresión y luchando financieramente, continuó escribiendo algunas de sus obras más poderosas, incluida su novela The Bell Jar y varios poemas inquietantes que luego se publicarían póstumamente en Ariel.

Su estado mental se deterioró rápidamente. El 11 de febrero de 1963, se quitó la vida sellando la puerta de la cocina con toallas húmedas, encendiendo el gas y colocando la cabeza dentro del horno. Se aseguró de que sus hijos estuvieran a salvo en otra habitación.

Las consecuencias y el legado

La muerte de Plath provocó una inmensa discusión sobre la salud mental, el suicidio y los desafíos que enfrentan las escritoras. Algunos culparon a Hughes por su desesperación, mientras que otros se centraron en las presiones sociales más amplias que contribuyeron a sus luchas. Hughes siguió siendo una figura controvertida, especialmente después del lanzamiento de cartas de cumpleaños en 1998, una colección de poemas que reflexionan sobre su relación con Plath.

Hoy, Sylvia Plath sigue siendo una figura icónica en la literatura. Sus obras continúan siendo estudiadas, y su historia de vida es un recordatorio conmovedor de la importancia de la conciencia de la salud mental. Si bien su muerte fue trágica, sus palabras e influencia viven, inspirando a generaciones de lectores y escritores por igual.

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