No alcanzo reflexivamente la literatura navideña en ninguna época del año, pero agarré las santas habituales con ambas manos. Estoy asombrado del concepto, que fue concebido por un individuo sin nombre en Soho Press. La idea era acercarse a uno de los colectivos más confiables y talentosos de autores en el planeta, los autores que trabajan poderosamente bajo la impronta del crimen de Soho, y solicitan historias de Navidad de ellos. No estoy participando en una hipérbole aquí. No he estado totalmente inmerso con todos los libros que Soho Crime ha publicado, pero tampoco he leído uno malo, ya sea que finalmente me cantara o no. Así que no pude ver cómo se podía perder los habituales Santas. Y no lo hace. Es maravilloso, mágico y perfecto en todos los sentidos.
Las historias siguen a la plantilla de los elementos editoriales de Soho Crime, desafiantes misterios y thrillers ambientados en lugares exóticos, con un efecto superlativo. Cada uno de los 18 cuentos que comprenden esta antología es notablemente diferente de los demás, incluso cuando comparten un tema de vacaciones común. Dicho esto, se agrupan bajo tres amplias categorías: «alegría hacia el mundo», en las que las historias se refieren a los actos de bondad (que no son toda dulzura y luz) en Navidad; «Noche de silencio», que son cuentos muy oscuros contados después de que las luces del árbol se atenúan; y «Vi mami besando a Santa Claus», que recolecta viñetas que involucran secretos en Navidad, comprometidos y revelados. La colección en su conjunto es «algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul» … bueno, azul muy oscuro. Un poco más de la mitad de las historias aquí son nuevas, algunas se remontan hasta 15 años, y algunas han aparecido en otro lugar (aunque es poco probable que las hayas leído). Otros, sin embargo, carecen de sabias. Bien en eso.
«Es maravilloso, mágico y perfecto en todos los sentidos … no hay 'mejor' en las santas habituales. Cada historia tiene algo para recomendarlo».
Helene Tursten comienza las cosas con el título discreto «Una anciana busca la paz en Navidad». Presenta a Maud, quien aparentemente es un tema frecuente de cuentos de cursos. Si «una anciana», que es traducida por Marlaine Delargy, es una indicación, quiero ver más de estas historias y lo antes posible. Maud, un octogenario cuyos actos oscuros son un intento de hacer del mundo un lugar mejor, recuerda ligeramente al Sr. Ripley de Patricia Highsmith, aunque más agradable. Al menos ella está en esta historia, mientras ofrece un regalo de Navidad tardío a un vecino con el que apenas ha hablado pero que necesita desesperadamente un poco de alegría navideña.
El siguiente es la «Queen of the Hill» de Stuart Neville. Si estás familiarizado con su Belfast noirya sabes que no se vuelve más oscuro que eso, y Neville ciertamente no decepciona con esta historia de un criminal de bajo nivel algo desafortunado que, durante las vacaciones, trata de jugar ambos con la intención de obtener el medio, pero se vuelve mucho más profundo que el agua poco profunda que apenas es capaz de manejar. Gary Corby, una pieza histórica, puede encontrar una historia similar de un emisario en «el Príncipe (de la paz)», una pieza histórica que involucra a Niccolò Machiavelli, Cesare Borgia y un teniente ascendente que no está por encima de utilizar el asalto para adquirir el equivalente de renaje de una oficina de una esquina.
Mientras tanto, no sería una antología criminal de Soho sin una ofrenda de Lene Kaaberbøl y Agnete Friis, cuyo «cuando llegó el momento» es un ganador. Esta historia de suspenso (traducida por Mark Kline) presenta, como cabría esperar, Nina Borg, la enfermera de la Cruz Roja danesa cuya naturaleza y crianza a menudo se involucran en dificultades. La historia es un recuento (muy) moderno de la natividad, que se desarrolla en medio de dos crímenes, uno mayor, uno menor.
No hay «mejor» en las santas habituales. Cada cuento tiene algo para recomendarlo. Sin embargo, hay historias que se han quedado conmigo. Después de leer «Chalee's Nativity», la historia de Timothy Hallinan de dos huérfanos en las calles de Bangkok en Navidad, he decidido que nunca más me quejaré de nada nunca más. Es un clásico, puro y simple, que debería estar al lado de «The Gift of the Magi» de O. Henry y, si me atrevo a decirlo, es mucho más sutil que esa valiosa historia. Vale la pena comprar el libro solo por esa razón. La historia de Mick Herron, después de la cual se nombra esta colección, es una diversión, y maravillosa en eso, como descubre un grupo de centro comercial Santas mientras celebra el final de la temporada de sus deberes de que tienen un intruso benevolente en medio de ellos … ¿o es un interino? Mientras tanto, el «Solo hay una Papá Noel, ¿verdad?» Demuestra de manera concluyente que incluso en Navidad, ninguna buena acción queda impune, particularmente cuando se combina con un mal acto, por muy bien previsto.
Me gustaría continuar, pero espero que entiendas la idea. También hay historias sobresalientes de Martin Limón, Teresa Dovalpage, Mette Ivie Harrison, Ed Lin, Tod Goldberg, Henry Chang, James R. Benn, Sujata Massey, Stephanie Barron y una nueva adición al Canon Sherlock Holmes de Cara Black. Ah, y olvidé mencionar a Peter Lovesey. Además de proporcionar el prólogo (y, sospecho, manejar las tareas de edición), su «Cena con Miss Shivers» cierra la colección. Es una historia corta sobre una pareja casada que recibe una invitación inesperada en la cena de vacaciones de un extraño y se le da un regalo para las edades. La historia es memorable por sus propios méritos y, en la última oración, inadvertidamente (o tal vez deliberadamente) describe la totalidad de las santas habituales mejor que yo, o podría, en varios párrafos.