Una de las causas de los conflictos es la hipocresía. Siempre es fácil para todos señalar los errores de los demás y no ver los propios. Además, muchas personas piensan que son mejores que otras cuyos defectos están expuestos porque sus propios armarios de esqueletos aún no se han descubierto.
El peligro es que a veces no somos conscientes de que ya nos hemos vuelto hipócritas. Por ejemplo, podemos pensar que los chismes son solo una cosa pequeña e inofensiva, pero en realidad, ya estamos haciendo un festín con el desorden de los demás. O tal vez nos guste hacer comentarios sobre la vida y el comportamiento de los demás, como si estuviéramos criticando un libro.
Aquí hay 17 formas que pueden ayudarnos a mantenernos bajo control y evitar ser hipócritas:
1. Practica lo que predicas.
Esta es probablemente la cita más popular contra la hipocresía. Antes de reprender a otros por sus acciones ‘incorrectas’, asegúrese de que lo que les enseña se vea en su vida. Es más fácil decirlo que hacerlo, así que tenga cuidado al corregir a los demás.
2. Predica lo que practicas.
Para estar seguro, solo imparte a los demás lo que ya te has aplicado con éxito. Simplemente evite decirles a los demás lo que es correcto hacer cuando todavía está luchando por hacerlo usted mismo.
3. No juzgues a los demás.
Deja de condenar o juzgar a otras personas por sus errores. Recuerde que usted mismo no es perfecto y tiene su propia cuota de deslices. Deja de encontrar fallas en los demás porque tú también tienes fallas.
4. No haga comentarios sobre la vida personal de otros.
Incluso si no está de acuerdo con la forma en que alguien vive su vida, ya no es asunto suyo. Solo evita hacer comentarios, especialmente si no puedes decir nada positivo sobre la persona.
5. Retire primero la tabla de su ojo.
Mateo 7:5 dice, “Hipócrita, primero saca la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. Esto significa que antes de intentar cambiar o corregir a alguien por sus comportamientos ‘incorrectos’, trate primero con sus propias fallas.
6. Nunca pienses que eres mejor que nadie.
Nunca pienses que eres mejor que alguien solo porque pecas de manera diferente a él/ella. Es posible que siga fallando en una o dos áreas en las que usted no lo hace, pero se da cuenta de que también tiene sus pecados de experiencia.
7. Evita criticar a los demás.
No importa cuán terrible sea una persona desde tu perspectiva, evita criticar. No querrás que tus palabras te devuelvan el fuego un día; recuerda que el tiempo no es constante y es posible que estés fallando de la misma manera sin que te des cuenta.
8. Recuerde sus propios defectos.
Antes de tirar la primera piedra a un ‘pecador’, asegúrese de no haber pecado nunca. Para evitar que condenes a los demás, recuerda tus propios errores de vez en cuando. De esta manera se le recordará que no tiene derecho a juzgar a nadie.
9. Trata a los demás con gracia como Dios te trata a ti.
Dios te ama no porque seas perfecto y sin pecado, sino porque elige no ver tus pecados, sino a ti. Él está dispuesto a perdonar tus pecados siempre que te humilles ante Él y te trate con gracia. Por eso, ¿quién eres tú para condenar a los demás?
10. Ama a tus enemigos.
Es fácil para los humanos ser hipócritas con sus enemigos, así que si no quieres ser hipócrita, debes superar esta tendencia. Amar a tu enemigo, como Jesús ordenó a sus seguidores, te ayudará a ver más allá de los defectos de esa persona y tratarla con gracia.
11. Pídele a Dios que te cambie.
Sin la ayuda de Dios, será difícil no ser hipócrita. Por lo tanto, humíllate siempre ante Dios y pídele que te ayude a ser consciente de tus pensamientos y acciones hacia los demás. Ora para que te dé discernimiento de la hipocresía en ti mismo y la sabiduría para vencerla.
12. Odia el pecado pero ama al pecador.
No importa cuán ‘malo’ alguien cometa un pecado, no rechaces a esa persona. Puede que no te guste o que odies lo que hace, pero aun así debes preocuparte por la persona. No lo rechaces y espera siempre lo mejor para esa persona.
13. Ponte en el lugar de los demás.
A veces, ayuda si entiendes por lo que pasan los ‘pecadores’ mientras luchan con la vergüenza y el juicio de las personas que los rodean. Además, muchos cargan con el peso de la culpa sabiendo que han hecho algo malo o lastimado a las personas importantes para ellos.
14. Respeta las diferencias.
Es posible que no esté de acuerdo con sus propias creencias y principios, pero debe comprender que la rectitud en este mundo es relativa debido a la diversidad de culturas y religiones. Lo que podría estar mal para ti puede ser aceptable en otra sociedad, por lo que juzgar a su gente sería una mentalidad cerrada. No tienes que adoptar o aceptar sus creencias, pero al menos puedes respetarlas.
15. Sé humilde.
La humildad te permite reconocer que no estás por encima de nadie porque cometes errores como todos los demás. Esta verdad te ayudará a evitar juzgar a los demás. Debería hacerte más comprensivo y paciente con otras personas.
16. No chismes sobre alguien.
Chismear puede ser una forma de difamación, lo que significa difamar o insultar a una persona. Mientras hablas de la vida de los demás a sus espaldas, no se puede evitar que se hagan comentarios groseros sobre sus acciones y elecciones. Por lo tanto, evita hablar de alguien que no te concierne de ninguna manera.
17. Sé más «hacedor».
En lugar de hablar sobre lo que está bien y lo que no, simplemente demuéstralo a través de tus acciones. Sea un modelo a seguir en lugar de un predicador. Recuerde, menos palabras cometen menos errores.
coexistir en armonía
No podemos complacer a todos y no todos pueden complacernos a nosotros también. Si nosotros, los humanos, seremos siempre sensibles a las faltas de los demás, entonces no seremos libres para ser felices. Por lo tanto, mirémonos unos a otros con respeto y amor, no con juicio. Ocupémonos de nuestros propios asuntos y mostremos nuestro cuidado sin imponer nuestras propias creencias y principios.
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